reseña: Mi chica fantasma

¿Quién dijo que la muerte era aburrida?

Idioma original: Inglés
Nº de páginas: 224
EAN: 9788415120339
ISBN: 978-84-15120-33-9
Año: 2011
Formato: 13,5 x 21,5 cm
Encuadernación: Rústica
Precio: 14,90 €
Traducción: Pérez Sanquillo, Vanesa

Sinopsis:

Lucy Shaw no es la típica chica de quince años. Para empezar, vive en los aseos de hombres de Carnaby Street, en Londres, donde fue asesinada hace seis meses. Superada la tristeza de no volver a ver a su familia ni a sus amigos, Lucy se toma su nueva vida de fantasma con ironía y sentido del humor. Pero la rutina de su vida eterna se rompe al conocer a Jeremy, un joven que tiene la facultad de verla. Jeremy no es para nada su tipo, pero al menos está dispuesto a ayudarla. Una vez que encuentran la manera de salir de ahí, Lucy conoce a otros fantasmas. Sin embargo, cuando Jeremy insiste en desentrañar las circunstancias de su muerte, no tendrá otro remedio que enfrentarse a sus mayores miedos.

Mi chica fantasma nos cuenta la vida de Lucy Shaw una vez es fantasma. Tal y como dice la sinopsis conoce a Jeremy en los baños públicos donde fue asesinada y él, cuando acepte que puede verla, se encargará de averiguar quien es sus asesino y así pueda cruzar al otro lado. 

Lucy es una chica muy divertida que tendrá que aprender todo sobre su nueva existencia, como convertirse en un buen fantasma y todo esto lo hará gracias a Jeremy. Lo cierto es que protagonizan escenas muy graciosas con las que te ríes. Las ocurrencias de Lucy son únicas. Ambos personajes están muy bien trabajados y llegan rápido al lector a través de los pensamientos de la protagonista y de las conversaciones que mantienen.

Durante la historia aparecen otros personajes como Hep y Ryan que también aportaran su granito de arena a la historia, pero lo cierto es que esperaba un poco más de ambos, no han estado demasiado trabajados en mi opinión. Sus historias, a pesar de ser realmente tristes no me han llegado hasta que no se ha dado su conclusión. (De verdad, me puse a llorar). Ambos son amigos de Lucy e intentaran ayudarla mientras sobre llevan la pena de su vida eterna. Al igual que ella, también son adolescentes y dejaron una vida atrás.

Y también aparecen personajes como Kimberly y Elvira que, a pesar de ser unos personajes muy vistos en las novelas le da justo el aire que necesita. Kimberly, la chica popular del instituto que mira siempre por encima del hombro y Elvira, una médium que no ve fantasmas pero parece intuirlos y que protagonizará escenas que meterán en un aprieto a la protagonista.

En definitiva me he encontrado justo lo que quería encontrarme en esta novela desde que me llamo la atención. Ya no solo su portada te llama a abrir las puertas a un mundo más juvenil y desenfadado, sino que entre sus páginas encontramos realmente eso. Un mundo divertido, agradable, tierno y a una protagonista con una lengua a la que no querrías dirigirle los buenos días si estuviera enfadada. Y todo esto dentro de una trama de asesinatos, amor y magia. Una novela que, como podréis ver en cuanto la tengáis es muy finita y la letra es grande, por lo que es rápida de leer. Además, esta escrita de una manera muy amena que invita al lector a identificarse con el personaje a pesar de no ser un fantasma.

Una novela que devoraras.

Autora:

Tamsyn Murray nació en Cornwall, Inglaterra, en el año de la rata (1974), pero vive en Londres desde los 18 años. Es autora de una veintena libros de literatura infantil y juvenil. Con Mi chica fantasma, novela con la que ha inaugurado su personal y fantasmagórico universo literario, ha obtenido un gran éxito en Inglaterra.